Hermosa expresión la del salmista: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía” (Salmo 42:1).
En ella se refleja la huida del ciervo cuando es perseguido por los cazadores (la expresión “brama” nos indica que: anhela, suspira, en la NVI traduce: “jadea”).
Esta porción de la Palabra de Dios nos hace reflexionar sobre la necesidad que hay en nuestro corazón por la presencia de DIOS.
También nos recuerda todo el poder y fuerza que sólo en él se puede encontrar.
Cuando nos alejamos de Dios no sólo somos vulnerables al enemigo sino que vivimos tristes consecuencias, porque sin él nada podemos hacer, por eso es tan importante tomar buenas decisiones.
¿Cómo es posible que algunos puedan ser instrumentos útiles para Dios y otros no? La clave está en nuestras decisiones y reacciones frente a las circunstancias que atravesamos. Todas las personas a las que Dios usó con poder tomaron la determinación de vivir bajo el señorío de Cristo.
Lo que te suena una catástrofe en la vida de alguien es producto de las decisiones que esa persona tomó.
¿Cuántas veces nosotros no nos habremos precipitado en la toma de decisiones o en hacer las cosas sin pensarlas?
¿No ha escuchado comentarios tales como; me precipite, hice las cosas alocadamente, hice las cosas sin pensarlo?
Quisiera que hablemos acerca de los peligros de estancarse o apresurarse y tomar malas decisiones; así como los beneficios de tomar buenas elecciones para que la bendición colme nuestra vida!
Es bueno recordar que nuestro presente es el resultado de un cúmulo de medidas que hemos tomado en el pasado. Y podemos ver gente feliz por haber tomado las decisiones correctas a tiempo, pero también podemos ver a otros que sufren por haberse apresurado.
Por otra parte, nuestro futuro puede moldearse a través de las decisiones que tomemos de aquí en adelante.
Tomar decisiones correctamente puede ser una tarea difícil para cualquier persona, pero los cristianos tienen una ventaja única que son informadas por la Palabra de Dios.
***** Jesús espera tu decisión ****
A Dios le interesa que conozcas su voluntad, para que puedas ir por el mejor camino.
Es más, el Señor nos da la libertad de elegir, el llamado libre albedrio, de incluirlo en nuestra vida o dejarlo afuera, tal como afirma:
Apocalipsis 3:20 cuando menciona: “Si alguno oye mi voz y abre la puerta…” Aquí deja en claro que Él nos da la oportunidad de elegir.
¿Quieres que toda tu familia sea bendecida? Entonces presta atención a las decisiones que tomas.
Lo que elegimos afecta, no solamente a nosotros sino que es inevitable que repercuta en quienes viven con nosotros y nos aman. La Biblia nos enseña a tomar buenas decisiones, si seguimos el consejo de Dios.
En Deuteronomio 30:19 el Señor nos dice claramente que somos responsables de nuestras decisiones.
Hay solo dos caminos, o agradar a Dios o no hacerlo. No existe el término medio. Y de allí que podemos sentirnos en un caos total o percibir la victoria aún en medio de las tormentas. En otras palabras, quieres caminar solo o dejarte guiar por la mano de DIOS.
***Las emociones y las elecciones***
Para tomar buenas decisiones no hay que hacerlo emocionalmente y de prisa sino analizando bien la situación. A veces algo nos conmueve y elegimos dar un paso del que luego nos arrepentimos.
En el libro de Ester leemos sobre tres personas que tomaron decisiones que afectaron el resto de sus vidas. La primera es el rey Asuero, emperador del vasto territorio de Persia y Media. Durante seis meses este poderoso rey mostró su riqueza, y al fin ofreció un banquete de una semana, luego le pide a sus esposa la Reina Vastia q desfilara delante de hombres ebrios con mirada lasciva.
El rey Asuero tomó esa decisión que afectó el resto de su vida bajo la influencia del alcohol y empujado por «la vanagloria de la vida» (1 Jn 2.16).
Esta es una de las tantas influencias poderosas que a veces nos llevan a decisiones devastadoras.
Pensemos en la decisión que tomó el rey David al dejarse llevar por la lujuria, y cómo marcó el resto de su vida.
Cuando Elías estaba agotado y deprimido intentó huir de Dios y exclamó»…quítame la vida, pues no soy mejor que mis padres…» (1 R 19.4).
Jonás estaba lleno de odio racista cuando Dios le habló para que fuera a los ninivitas. El poder de las emociones carnales, la amargura, el miedo, el resentimiento o el enojo nos llevan tomar decisiones equivocadas.
El Reino de Dios no está fundamentado en emociones sino en pura convicción. Pueden venir presiones externas, es necesario poner nuestra vista en el cielo y tomar el ejemplo de Jesús para que cada decisión nos acerque más a Él.
Y luego de tomar una buena decisión, ya no es tiempo de mirar atrás (como la mujer de Lot) o dudar; sino que es tiempo de mantenerse firme y permanecer.
***El mundo y las elecciones***
En el tiempo de hoy la diversión es tan importante que todo gira en torno a los placeres momentáneos. Sin embargo, esto no trae la verdadera felicidad. En el caso de Moisés, en Hebreos 11:24-29, vemos que tuvo que elegir entre la abundancia y el reconocimiento de ser parte de la familia del Faraón o bien vivir por fe. Conociendo los hechos de la historia, sabemos que fue mucho más poderoso lo que Dios hizo con Él una vez que tomó la decisión correcta.
Hay veces que es preferible cortar una amistad que roza la infidelidad o que lleva a hacer cosas indebidas, que retrasar la decisión. Aunque al principio duela, luego viene la paz de haber hecho lo correcto.
Así como el joven rico que tuvo la oportunidad de seguir a Cristo pero consideró más al mundo que la fe (Lucas 18:18-23). Nosotros tenemos la posibilidad de elegir entre lo pasajero y lo que va a permanecer para siempre.
El camino correcto, el del amor, la humildad, el perdón, la reconciliación, la santidad, etc… Estas decisiones son las que te llevan a dormir tranquilo, a la verdadera paz que no se compara con nada de este mundo!
Aquí es donde usted puede decir en paz me acostare y así mismo dormiré porque solo tu Jehová me haces vivir confiado
Hay tantos ministerios y diversos llamados, cada uno debe buscar el propósito específico que Dios ha diseñado para cada uno.
No todos vamos a entender que la voluntad del Señor es predicar sobre un
Púlpito, sino que cada uno es llamado a algo particular. Y cuando lo encontramos y lo seguimos, acertamos con la verdadera plenitud.
En Lucas 9:51-56 vemos una situación que tuvieron que atravesar los discípulos y Jesús. Ellos no fueron bien recibidos en una aldea y por lo cual, los discípulos se enojaron tanto que le preguntaron a Jesús si podían pedir que descendiera fuego del cielo para consumirlos, a modo de venganza. El Señor, muy por el contrario les enseñó que Él no había venido a perder a la gente, sino a ganarla para Dios.
Entonces vemos que a veces, por el enojo o las heridas podemos caer en seguir malas actitudes y tomar malas decisiones.
La sabiduría implica aprender a acortar el tiempo entre lo que sabemos y lo que hacemos.
Hay una relación directa entre el conocimiento y la acción, pero solo tú puedes hacer que ese vínculo sea productivo.
Todos pueden opinar, pero es la opinión de Dios la que cuenta. Así que esfuérzate por escucharlo y hacer lo que te pide. El éxito de lo que emprendas depende de ello. Busca a Dios, no al éxito y tus decisiones te llevarán a hallar el bien.
Es por eso que cuando murió Moisés, Dios le dijo a Josué que no se apartara de la ley, que la meditara día y noche, y que la compartiera. En Su Palabra está la sabiduría que necesitas para lograr el éxito. Ponerla en práctica es la mejor decisión.
Si alguien te ha rechazado o te ha herido, no busques venganza y no te quedes esperando que caiga juicio sobre esa persona, más bien sigue con tu vida y busca la bendición de Dios.
Si alguien no te ha dado el amor que necesitabas, prosigue a la meta porque, sin duda hay muchos otros que te están por abrazar y la bendición está por delante!
****CONCLUSIÓN ****
Cada día dedica un tiempo a reflexionar acerca de las decisiones que tienes por delante, no te apresures ni te guíes por sentimientos, sino por convicción. Siempre la mejor opción es la que agrada a Dios. No dejes de orar hasta ver la victoria total en tu vida. El camino de la victoria está a punto de revelar su gloria en tu casa. Las bendiciones de Dios se están por desatar en tu vida y en la de los que amas! ¡¡Vale la pena tomar buenas decisiones!!